🌎 ACUAFOBIA: terror escalofriante e imágenes aterradoras en la cabeza con sólo mirar el agua. ¿De dónde viene?
¿Conoces a alguien que tenga miedo al agua? ¿O tal vez usted mismo tiene miedo de bucear? Un entrenador de natación me habló de las causas de la fobia al agua:
Según una investigación realizada por científicos, cerca del 45% de los adultos tienen miedo a las piscinas profundas. Y ya más del 65% de todos los adultos del mundo tienen miedo a las aguas profundas abiertas.
Hay una categoría de adultos y niños que tienen MUCHO miedo al agua. No importa si es el mar, una piscina o incluso su propia bañera.
Esta condición se llama fobia al agua o acuafobia. Estas personas sienten un terror escalofriante e imágenes aterradoras en su cabeza con sólo mirar el agua. Más información sobre la acuafobia y otros miedos y fobias en tiposdefobias.com
Causas de la acuafobia
La experiencia ha demostrado que la razón principal de esto proviene de la infancia, cuando una persona se ahogó o se atragantó gravemente. El dolor que se formó en la nasofaringe, el horror que se imprimió en el cuerpo, nunca desaparece y se queda con la persona durante años.
Y cuando está cerca del agua, este miedo resurge de nuevo, provocando un fuerte pánico. Como escribí antes, la fobia al agua puede ser causada por un atragantamiento grave en la infancia, por lo que hay que enseñar a los niños a nadar correctamente. La acuafobia también puede ser causada por una imagen de miedo relacionada con el agua: un naufragio, un ahogamiento, ver películas de terror como «Tiburón».
Los niños suelen desarrollar fobia al agua a los 4 o 5 años… Incluso para los que ya han chapoteado en el agua. El niño ya se ha zambullido e incluso ha nadado un poco, pero en algún momento sobrestimó sus fuerzas, se atragantó y, saltando fuera del agua, con gritos se precipitó hacia los adultos.
Aquí es donde los padres cometen el principal error: todas sus expresiones faciales, todos sus gestos imprimen el miedo en el niño. No se ha recuperado ni ha tosido, y el pariente verde de miedo, asustado, lleva a su bebé a un estado de terror absoluto.
Inmediatamente recuerda que la situación no debe volver a repetirse, bajo ninguna circunstancia, que ha ocurrido algo súper aterrador. Después, el niño tendrá miedo de meterse en el agua, incluso hasta las rodillas, durante mucho tiempo.
Queridos padres, si no queréis desarrollar la fobia al agua en vuestro hijo, estudiad las técnicas de natación y averiguad cuáles son los primeros y obligatorios pasos.
Si su hijo tiene una forma leve de acuafobia, los siguientes consejos pueden ayudarle:
- Hable con su hijo a la primera señal de miedo. No les regañes, habla con calma y suavidad y explícales que no hay nada que temer. Puedes buscar libros educativos o dibujos animados sobre el tema: los niños perciben todo mucho más fácilmente cuando es lúdico.
- Compra juguetes acuáticos: un círculo hinchable de colores vivos o una pelota con los personajes de su cuento favorito.
- No lleves a tu hijo al agua fría o al oleaje fuerte. Los sentimientos desagradables pueden aumentar el rechazo subconsciente más adelante.
- Ni se te ocurra pensar en el método anteriormente mencionado, en el que el niño se queda en las profundidades y el padre confía en su instinto. Tenga en cuenta el peligro de sufrir un trauma psicológico grave.
Y lo más importante: nunca deje a su hijo en el agua sin supervisión. No es sólo una cuestión de comodidad psicológica para tu bebé. También se trata de su seguridad.
Última actualización: 6 septiembre 2022