🇻🇪 Un pez no merece nuestra vida. Por: Oscar Ruiz de Pescaloapulmón

Compartimos este interesante artículo publicado por nuestro amigo Oscar Ruiz, del sitio aliado de Pesca Submarina Péscalo a Pulmón, que nos llama a la reflexión, advierte sobre los riesgos de la pesca submarina y recuerda a aquellos pescadores que ya no están con nosotros

Un hasta pronto a nuestros amigos.

Lamentablemente estamos  viendo  como se están muriendo nuestros  amigos, conocidos y personas que no conocemos pero que practican la  pesca submarina.

Con mucha tristeza recibimos las noticias de un nuevo desaparecido y  con un silencioso miedo dentro de nosotros por la tristeza de perder un  amigo. Tenemos que tomar unos minutos para reflexionar que esta  pasando.

La experiencia y lo que he podido vivir y compartir, me indica que esta fallas  mortales suelen suceder muchas veces por la imprudencia del pescador, indisposición de ese día y sobre todo exceso de confianza cuando vamos al agua.

Si hay accidentes causados también por otros motivos, como por ejemplo:  pudiese ser por embarcaciones que  golpean algún pescador o tratando de recuperar un pescado,  pero en la mayoría de los casos es por la responsabilidad de nosotros mismos.

Se ve regularmente estas desgracias en la mayoría de los casos en  personas jóvenes, con buena capacidad física, apasionados a las buenas capturas y muy confiados en ellos mismos, que rompen con la prudencia.  Personas que se exponen a grandes profundidades o a repeticiones continuas hasta verse agotados sin medir sus capacidades, personas con adrenalina y que no buscan al compañero para que les vigile o guatanee ante estos intensos y agotadores trabajos, son personas que tienen mucha fuerza y muchos con gran experiencia, pero que en esa jornada se les olvido algunas normas de seguridad o sus condiciones de salud no eran las adecuadas  para el momento e hicieron esa ultima  inmersión en búsqueda tal vez de esa presa tan codiciada sin tener ese compañero a su lado.

No podemos dejar de llorarlos y recordarles y sobre todos cuando hemos compartido un día de pesca con ellos, un curso o taller, una competencia o un feliz día de pesca, no es fácil tener que reconocer que esto le puede pasar a cualquiera de nosotros,  y lo  mas difícil es hacernos entender que las imprudencias en la pesca pueden ser mortales,   que debemos tener en cuenta que ningún pez puede ser tan codiciado, por su especie, tamaño o peso, que tengamos que pagarlo con nuestra propia vida.

A todos los pescadores que se han quedado en los fondos, a esos que pescaron un día conmigo y con muchos otros… por  aquellos   con quienes  compartimos esos cuentos interminables de pesca submarina,  a todos esos que hubiesen sido posibles campeones nacionales o mundiales  y que un día nos dejaron… quiero hacerles hoy  un reconocimiento y en honor a ustedes guardar un minuto de silencio por haber estado en nuestra actividad, por haber estado en nuestras competencias o sencillamente por haber amado este deporte.  Quisiera desde aquí recordarles, que desde donde se encuentren puedan recibir nuestro mas sentido agradecimiento por haber estado entre nosotros.

Oscar Ruiz

Oscar Ruiz Cubillan
Director Pescaloapulmon
www.pescaloapulmon.com

 

 

Última actualización: 1 septiembre 2019

Un comentario

  • Hugo González

    Saludos Oscar.

    Totalmente de acuerdo contigo, en relación a que los accidentes que nos ocurren es por nuestra propia irresponsabilidad al no tener claro que somos humanos y por ser tales, tenemos limitaciones; a veces queremos pretender más de lo que podemos y nos exigimos al máximo, creando una potencialidad de riesgo para nuestra integridad y hasta para nuestra vida.

    El caso de mis dos compañeros de pesca y coterraneos, no se si conoces la historia. Antes de explicartela te cuento una historia común con ellos(los dos difuntos) y yo. Cuando fundamos el club, ellos era apenas unos muchachos, no pasaban de 22 años; en una oportunidad alquilamos un peñero de los que están en la playa de Macuto y nos fuimos a pescar al malecón del puerto de la Guaira,habíamos escuchado de los pargos guasinucos que ahí se escondían, en aquel momento ese malecón todavía era relativamente nuevo y no estaba totalmente asentado, ellos se metían por los huecos entre roca y roca, incluso desaparecían de la vista, les dije que eso era peligroso porque las rocas se movía con el golpe de la olas y podía quedar atrapados, muchachos al fín no medían el peligro, eran valerosos y arriesgados, con mucha adrenalina y veían en mi prevención, culillo y no prudencia, asi eran ellos, como otros muchachos que practican la pesca submarina.

    La historia de sus muertes; ellos no murieron pescando, murieron en el puerto, buceaban con scuba de noche, dentro de un barco hundido, eran varios, y cuando todos salieron, el difunto Héctor Arias, no lo hizo, tardó más y se perdío dentro del mismo(aparentemente se quedó sin luz); los otros al ver que no salían se preocuparon, Jhon procedió a buscarlo( los detalles no los conozcos)pero igualmente murió, y su cuerpo fue rescatado rápidamente; por el contrario, el de Héctor Arias tardó varios días; lo estuvieron buscando por días, dentro y fuera del mar. En su rescate jugó un papel importante el amigo Pochet y Emiro Pereira(ulises), esta historia la conoce mejor Pochet, gran amigo de Hector y protagonista de su rescate.

    En conclusión, no fue la impericia o la falta de competencia la que cobró la vida de estos dos grandes jóvenes y promesa en la pesca submarina como era el caso de Héctor, sino lamentablñemente la falta de prevención y dicernimiento.

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