Triunfos bajo el agua: los deportistas acuáticos españoles que deslumbraron en París 2024
Cae el telón sobre los Juegos Olímpicos 2024 y la delegación española se prepara para el regreso a casa. La bandera ha flameado fuerte en París alentando a los atletas, que han logrado reunir un total de 18 medallas, una más que las obtenidas en Río 2016 y en Tokio 2020. Sin embargo, los Juegos Olímpicos culminan dejando una sensación agridulce en el paladar español.
A pesar de las 18 medallas y los 51 diplomas; condecoraciones más que aceptables, París 2024 renovaba la ilusión de superar las 22 medallas obtenidas en 1992. La vara ha sido puesta y, desde entonces, persigue a los deportistas que cargan con la presión de cumplir con las expectativas del Comité Olímpico Español (COE). Pero, más allá de los resultados en metal, la novedad recae en el increíble desempeño de los españoles en el rubro de deportes acuáticos.
La natación española ha brillado intensamente en los Juegos Olímpicos de París 2024, con varios atletas destacando en sus disciplinas y obteniendo medallas. Este éxito no solo ha captado la atención del público, sino también la de las casas de apuestas en España, que han ofrecido diversas opciones para apostar en eventos deportivos, incluyendo los emocionantes enfrentamientos acuáticos.
Bronce para las nadadoras artísticas
El equipo nacional de natación artística subió al podio olímpico en París 2024. Con una sólida actuación, las nadadoras Txell Ferré, Marina García, Lilou Lluis, Meritxell Más, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tío y Blanca Toledano, conducidas por la entrenadora japonesa Mayuko Fujiki, se lucieron con rotaciones de alta dificultad y un gran manejo del espacio en la piscina.
Durante la rutina, el intenso negro y oro de sus trajes en contraste con los destellos de agua cristalina destacó las complejas figuras y acrobacias muy bien logradas por el equipo, que para nada la tuvo fácil. Pero al ritmo de la fusión musical de O Fortuna de Carl Orff con el rap de Eminen y su Lose Yourself las españolas encandilaron al jurado.
Compartiendo el podio con China que se llevó el oro y con Estados Unidos que se colgó la plata, las españolas celebraron eufóricamente su regreso a la escena internacional, luego de doce años. «Tenemos suerte, creo que (España) es una gran potencia», declaró la nadadora Iris Tío con inocultable emoción. Tío se equivoca; no ha sido la suerte, sino la innegable destreza de estas atletas lo que las condujo al podio para recibir un merecido reconocimiento en una de las disciplinas acuáticas más complejas.
Viento a favor para la dupla en vela 49er
El viento trajo el oro para los regatistas Diego Botin y Florian Trittel que han brillado en la categoría de vela 49er. Es la primera vez que España gana el primer premio en esta disciplina deportiva. Las imágenes muestran a la dupla rozando la superficie del mar bajo el abrasador sol de Marsella. Pero los regatistas no solo demostraron su habilidad con la vela, sino también una inquebrantable resistencia mental.
Sincronizados y empecinados en obtener la victoria, Botin y Trittel se vieron sometidos a la desventura de quedar empotrados durante horas junto al resto de las embarcaciones por falta de viento, cuando ya acariciaban el oro con sus manos. Aplazada la competencia, regresaron al agua convencidos de que estaban haciendo lo que se requería para obtener la victoria.
Desde hace tres años que navegan juntos, pero fue la primera vez como compañeros olímpicos. Ambos hijos del mar han encontrado en su alianza una potencia inigualable. Mucho de su triunfo tal vez tenga que ver con sus prácticas de relajación. Los Botin y Trittel han compartido con los medios una clave en su rutina diaria: la meditación para calmar la mente y los baños en hielo para relajar el cuerpo.
Adrián abadía y Nicolás García, un récord histórico en salto sincronizado
Los españoles Adrián Abadía y Nicolás García han finalizado la prueba de salto sincronizado en la sexta posición. Regresan a casa sin medallas, pero con una marca importante que ha dado qué hablar. Al día de hoy, existen tan solo 88 licencias en España para este deporte. Los resultados de la pareja clavadista visibilizan la disciplina y abogan por su expansión hasta llegar, por lo menos, a las 100 licencias.
El ascenso al trampolín, la belleza de la sincronización y el desafío por obtener dos clavados perfectos hace de este deporte uno vistoso y para el que se necesita cierto coraje. Su popularidad se expande, al igual que otros deportes acuáticos abrazados por los españoles. Recientemente, Isabel Sánchez-Arán batió el récord nacional en el Mundial de Apnea Indoor que se llevó a cabo este 2024.
A pesar de no haber subido al podio, Abadía y García han dejado una huella imborrable en la historia española de saltos sincronizados. Su actuación ha sido brillante, y su postura ante su performance evidencia la búsqueda de estos jóvenes por la profesionalización del salto sincronizado que durante esta edición de los Juegos Olímpicos ha despertado enorme orgullo en España.